En el mundo de la protección ejecutiva, las prácticas heredadas del pasado no siempre resisten el escrutinio de la realidad actual. Una de estas prácticas es el uso del vehículo escolta cuando se posiciona detrás del vehículo principal. El vehículo escolta, tal como se emplea tradicionalmente, es una reliquia obsoleta que no solo carece de valor en la protección moderna, sino que puede aumentar los riesgos para el protegido, como ocurrió en el caso del empresario Adolfo Lagos, asesinado accidentalmente por sus propios escoltas, o de la empresaria Lidia Villalba, quien corrió con la misma suerte.
https://www.youtube.com/watch?v=A_dG2za7bP4
La poca eficacia del carro escolta quedó demostrada en varios de los asesinatos ocurridos en México en los últimos tres años, donde esta herramienta no dio resultados, empezando por el asesinato de Carlos Bildmart en agosto de 2022 o Alfredo Alonso López en 2023, quien contaba con una camioneta de soporte con incluso 10 escoltas armados con armas largas, donde todos fallecieron. Estos son solo los ejemplos más notorios de otros tantos.
¿Por Qué el Vehículo Escolta Está Dando Tan Malos Resultados?
Esta unidad, comúnmente ubicada detrás del vehículo principal, es una táctica arraigada en la mentalidad militar y en la protección de convoyes en zonas de conflicto. Sin embargo, como lo pudimos ver, en el contexto de la protección ejecutiva civil, esta práctica es ineficaz y peligrosa. En mi libro Protección Ejecutiva en el Siglo XXI: La Nueva Doctrina, destaco que el 80% de los atentados exitosos contra protegidos ocurren debido a patrones predecibles y falta de anticipación. El carro escolta contribuye a esta predictibilidad al seguir una formación rígida que los atacantes pueden explotar.1. Exposición de Vulnerabilidades
Un vehículo escolta que sigue al principal crea un patrón visible: dos o más vehículos moviéndose en tándem, lo que facilita la identificación del convoy por parte de observadores hostiles. En entornos urbanos, donde la vigilancia hostil es la mayor amenaza, esta formación grita “VIP presente”, atrayendo atención no deseada. Un vehículo escolta ubicado atrás compromete este principio al hacer evidente la presencia de un dispositivo de protección.2. Limitada Capacidad de Prevención
La posición trasera del vehículo escolta lo relega a un rol reactivo, solo aplicable después de que una amenaza se ha materializado, cuando es demasiado tarde. Un vehículo detrás del principal no puede detectar anomalías en la ruta por delante, como bloqueos, emboscadas o dispositivos sospechosos, hasta que sea demasiado tarde.3. Riesgo Táctico en Caso de Ataque
En un escenario de emboscada, este vehículo está mal posicionado para intervenir de manera efectiva. Los atacantes suelen enfocarse en el vehículo principal, y un escolta detrás puede quedar atrapado en el tráfico, bloqueado por obstáculos o neutralizado antes de poder actuar. Las formaciones rígidas son una invitación al desastre, ya que limitan la flexibilidad táctica y la capacidad de maniobra. Una Alternativa Estratégica
En lugar de depender de un vehículo escolta, el enfoque moderno aboga por un sistema de protección basado en la anticipación y la discreción. Los pilares de este enfoque —inteligencia, contravigilancia, alerta temprana y logística protectora— eliminan la necesidad de un vehículo pegado atrás:
1. Inteligencia y Planificación de Rutas
Antes de cualquier desplazamiento, realizamos un análisis exhaustivo de riesgos, identificando zonas de peligro, rutas alternativas y puntos de “detección de despliegue hostil”, así como las costuras y otras exposiciones.2. Alerta Temprana
En lugar de un vehículo escolta fijo atrás, lo empleamos de manera dinámica, adelantándolo de acuerdo con el estudio de la ruta en los lugares específicos detectados donde los delincuentes están en la espera minutos antes de atacar, para poder intervenir de manera temprana, evitando que el vehículo principal entre en la trampa.3. Vehículo Principal
El vehículo principal debe ser una unidad autónoma, pero bien coordinada con alerta temprana, equipada con blindaje, tecnología de comunicación avanzada y conductores entrenados en técnicas de evasión.4. Logística Protectora y Sorpresa Estratégica
La coordinación logística, como la sincronización con diversos factores operativos y la preposición de recursos en puntos clave, reemplaza la necesidad de un vehículo escolta pegado atrás. En su lugar, podemos tener un equipo de apoyo en una ubicación estratégica, listo para intervenir solo si es necesario, sin comprometer la discreción. De esta manera, los agresores se llevarían una sorpresa, en lugar de nosotros.Todos estos factores y estrategias se combinan de acuerdo con las necesidades operativas en cada caso específico para poder sacar las mayores ventajas en cada caso.
La Ética de la Protección Moderna
El rechazo al vehículo escolta no es solo táctico, sino también ético. La protección ejecutiva debe minimizar el riesgo para todas las partes, incluidos los transeúntes y el personal de seguridad. Un vehículo escolta, especialmente si está armado o visible, puede escalar situaciones innecesariamente, poniendo en peligro a civiles y proyectando una imagen agresiva que contradice los valores de profesionalismo y responsabilidad.Conclusión
El vehículo escolta en su posición trasera es un vestigio de una era de protección ejecutiva menos sofisticada. En la protección moderna, donde la prevención y la discreción son fundamentales, difícilmente tiene cabida. La seguridad efectiva se logra a través de la inteligencia, la contravigilancia, la planificación y la adaptabilidad, no mediante formaciones rígidas o tácticas predecibles. La verdadera protección es aquella que no se ve, pero siempre está un paso adelante.


